Por eso, antes de terminar los estudios escolares tomó una decisión. Dejaría el techo materno -sus padres se habían separado a los 5 años y no aguantaba a su padrastro- y se jugaría una opción: apostar a su destino. Ese camino la llevó a su primera parada: trabajar como mesera de un restaurante. Y fue el momento del click en su vida. Se enamoró por primera vez de un cocinero ocho años mayor que ella y compartió una vieja afición de su compañero sentimental: las películas pornográficas. Poco tenía que ver con ese mundo. Jamás había visto ese tipo de filmes, pero la encandilaron. “Siento que desarrollaron mis pulsiones eróticas”, dice al teléfono en un sensual inglés desde Los Angeles, donde está radicada y decide dar la entrevista a LND
Sasha Grey Sin Censura
Posted by Unknown
Hasta que tenía 16 años, Sasha Grey, la actual revelación de la industria pornográfica estadounidense, soñaba con estudiar literatura. Méritos le sobraban: aunque en el colegio fue de pocos amigos y la vida familiar no era de las mejores, sus libros eran su compañía predilecta. Lectora compulsiva de próceres como Jean Paul Sartre, Albert Camus, Federico Nietzsche y Oscar Wilde, de adolescente creía que la literatura era el único camino a la salvación.
Por eso, antes de terminar los estudios escolares tomó una decisión. Dejaría el techo materno -sus padres se habían separado a los 5 años y no aguantaba a su padrastro- y se jugaría una opción: apostar a su destino. Ese camino la llevó a su primera parada: trabajar como mesera de un restaurante. Y fue el momento del click en su vida. Se enamoró por primera vez de un cocinero ocho años mayor que ella y compartió una vieja afición de su compañero sentimental: las películas pornográficas. Poco tenía que ver con ese mundo. Jamás había visto ese tipo de filmes, pero la encandilaron. “Siento que desarrollaron mis pulsiones eróticas”, dice al teléfono en un sensual inglés desde Los Angeles, donde está radicada y decide dar la entrevista a LND
Por eso, antes de terminar los estudios escolares tomó una decisión. Dejaría el techo materno -sus padres se habían separado a los 5 años y no aguantaba a su padrastro- y se jugaría una opción: apostar a su destino. Ese camino la llevó a su primera parada: trabajar como mesera de un restaurante. Y fue el momento del click en su vida. Se enamoró por primera vez de un cocinero ocho años mayor que ella y compartió una vieja afición de su compañero sentimental: las películas pornográficas. Poco tenía que ver con ese mundo. Jamás había visto ese tipo de filmes, pero la encandilaron. “Siento que desarrollaron mis pulsiones eróticas”, dice al teléfono en un sensual inglés desde Los Angeles, donde está radicada y decide dar la entrevista a LND