Algo grande parece estar cociéndose en los hornos de la NASA. La agencia espacial norteamericana, en efecto, ha convocado para mañana en su sede de Washington una rueda de prensa con la intención de "discutir un hallazgo en astrobiología que tendrá un gran impacto en la búsqueda de pruebas de vida extraterrestre". "La astrobiología -aclara la convocatoria- es el estudio del origen, evolución, distribución y futuro de la vida en el universo".
A la rueda de prensa asistirán, en calidad de expertos, un brillante ramillete de científicos cuyas especialidades han sido, precisamente, las que hacen suponer que el anuncio del jueves no se cuenta entre los "habituales".
Entre ellos, Pamela Conrad, geobióloga y principal autora, en 2009, de un estudio sobre geología y vida en Marte; James Elser, profesor de la Universidad Estatal de Arizona, miembro de un programa de la NASA que intenta averiguar las condiciones químicas de los ambientes (y no sólo de los basados en oxígeno y carbono) en los que la vida podría existir: Felisa Wolfe-Simon, una oceanógrafa cuyos trabajos se centran en la posibilidad de fotosíntesis basada en el arsénico; y Steven Benner, biólogo del Jet Propulsion Laboratory que forma parte del equipo de científicos que estudian Titán (la mayor luna de Saturno), bajo la perspectiva de que su química se parece extraordinariamente a la de la Tierra primitiva.
La nota no revela más detalles, pero ha sido más que suficiente para desatar toda clase de especulaciones. Titán, como se sabe, es el único mundo del Sistema Solar (excepto la Tierra) en el que existen grandes extensiones líquidas. Enormes lagos que no están hechos de agua, sino de metano, pero que hacen que los científicos se pregunten obsesivamente sobre la posibilidad de que allí esté floreciendo algún tipo de vida basada en principios diferentes a los que se dan en la Tierra. El evento de la NASA, por último, coincide con el desembargo el mismo jueves, por parte de la revista Science, de un artículo sobre organismos capaces de sobrevivir en arsénico, uno de los compuestos químicos más tóxicos que se conocen para "nuestra" forma de vida". La autora principal de ese estudio es, precisamente, la antes citada Felisa Wolfe-Simon.
Sobrevivir en arsénico
Con estas premisas, algunos opinan que no sería de extrañar que la NASA anunciara mañana la detección en Titán de alguna clase de organismo o bacteria capaz de (por ejemplo) crecer y sobrevivir a base de arsénico. O el hallazgo de evidencias químicas de alguna otra clase de vida en la misteriosa luna de Saturno.
Otros, por el contrario, se muestran más escépticos y creen que se trata de una convocatoria completamente normal y destinada, como en tantas otras ocasiones, a aclarar los conceptos del citado artículo de Science, que como se ha dicho trata de la posibilidad de vida basada en el arsénico.
Sea lo que sea, solo faltan unas horas para saber si las especulaciones son, o no, ciertas. Mañana, la respuesta.
Fuente: abc.es