Presidente Piñera acortó plazo para terminar con las listas de espera en cinco meses; deberán resolverse antes de que termine el próximo año.
RENÉ OLIVARES
Fuente: elmercurio.com
Hay dos efectos previsibles que generará la partida del bono AUGE para todas las patologías incorporadas en el plan en enero.
El primero tiene que ver con los pacientes de los hospitales públicos, ya que si a estos les incumplen los plazos máximos garantizados de acuerdo con la enfermedad que tenga, por primera vez podrán acceder a elegir entre un abanico de prestadores públicos y privados preseleccionados por el Fonasa.
Para el Presidente Sebastián Piñera, quien encabezó la ceremonia de lanzamiento de esta promesa de campaña, este plan permitirá que "si cualquier chileno tiene una enfermedad AUGE y el hospital no lo atiende dentro de los plazos, va a tener derecho a la entrega de un bono AUGE, con el cual podrá ir a cualquier hospital o clínica que esté afiliado al sistema, y con ese bono pagar de forma digna y eficaz".
Este subsidio a la demanda es la solución que encontró el Gobierno para terminar con las listas de espera de los hospitales, sobre todo en algunas patologías específicas como las oftalmológicas.
De acuerdo con lo expresado por el director de Fonasa, Mikel Uriarte, esta acumulación de casos sin resolver genera un "cuello de botella" que será resuelto mayoritariamente por el sector privado, para que luego de solucionados los hospitales públicos puedan absorber los casos nuevos. Según Uriarte, hay presupuesto suficiente como para que los 146 mil usuarios que hoy tienen sus garantías retrasadas puedan atenderse en el sector privado.
La segunda gran consecuencia que se avizora es la creación de competencia entre los hospitales públicos, ya que su presupuesto será variable y dejarán de recibir dinero si no atienden a esos pacientes. El premio será para el prestador que otorgue el servicio, ya sean hospitales públicos o clínicas privadas.
Esto debería hacer que los hospitales tiendan a especializarse en enfermedades donde tengan ventajas comparativas. Por ejemplo, dada la escasez de oftalmólogos trabajando en el sector público, es probable que ésta sea asumida en gran medida por el sector privado. Por otro lado, un hospital como el Calvo Mackenna es probable que se especialice en problemas cardiacos pediátricos, pues cuenta con algunos de los mejores especialistas.
El director de Fonasa, Mikel Uriarte, explicó que en el caso de los usuarios de regiones -donde sólo existen hospitales públicos, y toda vez que éstos no sean capaces de entregar las prestaciones-, será su repartición la que coordine los traslados hacia hospitales o clínicas de otras ciudades, cubriendo todos los gastos.
Estos cambios, de acuerdo con la interpretación de la ley AUGE de este Gobierno, pueden ser implementados administrativamente, ya que es un deber del Estado cumplir con las garantías legales del plan.
Respecto de las prevenciones que tomará el Gobierno para evitar una fuga indiscriminada de recursos, la instauración del nuevo modelo de gestión y la competencia en los recintos asistenciales servirá como filtro para el sistema, ya que sólo en caso de que no pueda darse solución en el sector público se accederá al privado.
146.000
personas están en listas de espera pese a que sus enfermedades están cubiertas por el AUGE.
150.000
pacientes se estima que están en la misma situación, pero con diagnósticos no garantizados legalmente.
$15
de cada $100 que gaste el Estado en 2011 serán destinados al área de la Salud.
2011
es el año en que deberá desaparecer la lista de espera AUGE, según el plazo impuesto por el Presidente.
Experto advierte peligro que generaría aumentar coberturas del AUGE, y médicos piden participar en la resolución de las listas de espera
"Esta instancia (el bono AUGE) puede ser utilizada como un incentivo para que los médicos del sector público puedan realizar cirugías fuera de horario en los hospitales", planteó ayer el presidente del Colegio Médico, Pablo Rodríguez.
Según el líder gremial, de esta forma los facultativos podrían mejorar sus ingresos y así atraer a ciertos especialistas para quienes los sueldos del sector público no son competitivos con lo que ganan en clínicas privadas.
"Los médicos siempre vamos a colaborar y tendremos toda la disposición para que esta situación pueda normalizar las listas de espera", agregó Rodríguez.
Otro que expuso las implicancias de la medida anunciada por el Presidente Piñera fue el coordinador del programa social del Instituto Libertad y Desarrollo, Rodrigo Troncoso, quien plantea el problema que generaría un aumento excesivo en el número de garantías que debiera cubrir el Estado: "hay que tener cuidado con seguir ampliando la lista de patologías garantizadas sin ningún límite, ya que esto terminaría en un sistema de seguro universal público y proveedores privados, que la evidencia internacional nos muestra que es mucho peor que el sistema que tenemos actualmente".
El especialista agrega que "es esperable que la introducción del Bono Automático Auge genere alguna presión sobre los proveedores públicos", y sostiene que la medida permitirá conocer la cantidad de prestaciones que debieron ser financiadas con este bono, a causa de los atrasos de cada proveedor, ya sea por su mala gestión o por recursos insuficientes. "Por otro lado, se podrán comparar la calidad de los servicios, así como los costos de proveedores público y privados. No sería razonable mantener un proveedor público en caso de que se observe que es de menor costo financiar esas mismas atenciones en el sector privado", explica.
Fuente: elmercurio.com